Qué pasaría, si sientes que ya no tienes nada en la
vida, si sientes que todo te sale mal, si sientes que todos te odian, si sientes
que tus sueños no se cumplen, bueno serias prácticamente nadie, al menos nadie
que a alguien le importe, estarías acabado.
Si estas así,
ve al bosque, al campo, donde sea, donde no haya nadie, porque lo que harás
ahí, te hará gritar de dolor, te hará sangrar, te hará suplicar auxilio, pero
nadie te oirá, quizás alguien se apiade y te de una mano, pero aun así, estarás
solo.
Lo que harás ahí, será buscar un árbol, el más grande
que encuentres, el que pueda tocar las nubes, y lo escalarás, sin ayuda, sin
arnés, sin absolutamente nada que pueda ayudarte, ni siquiera botiquín de
primeros auxilios, ni guantes, eso es para cobardes.
Medida que vallas subiendo, no querrás bajar otra vez,
para no volver a este mundo que tanto te odia y te deprecia, tanto así que te
obligó a subir a ese árbol, solo para que llegues hasta las nubes y hacerte
pensar que estarás en el cielo y no en este mundo, en esta vida.
Cuando lleves recién 4 metros, tus manos estarán
prácticamente destruidas, debido a las astillas de la madera, e infectada por
toda la materia tóxica, pero aun así, no querrás bajar de ahí, llevarás ya 10
metros, y te cansarás tanto, que te caerás, te fracturarás una pierna, sin
embargo, no querrás estar en este mundo y estúpidamente vuelves a subir
gritando de dolor, sufriendo en vano.
Valla que la vida no te quiere, ¿por qué subir a ese
árbol?
¿Un escape?
¿Tu propio suicidio?
¿Un desafío, para sentir que al menos puedes hacer
algo?
¿Por qué intentar subir una y otra vez?
¿Por qué esforzarte tanto si es tan difícil?
Tanto intentar, la vida quizás te de una mano después
de todo y llegarás a lo alto de ese árbol.
¿Que se sentirá subir a ese árbol en realidad?
¿Será tanto dolor como se supone?
¿Será tan difícil?
No les responderé eso, pero creo que todos nosotros
hemos escalado alguna vez en nuestras vidas uno de esos árboles, quizás es lo más valiente, lo más loco o lo más
estúpido que podríamos haber hecho, pero todos los que lo hemos intentado
sabemos perfectamente que la vista es hermosa.
No importa cuánto se sufra, no importa cuántas personas
perdamos, no importa lo difícil o doloroso que pueda ser, la vista es preciosa.
Aun así, no solo si la vida te trata mal, todos somos
capaces de escalarlo, es cosa de atreverse, arriesgarse y no temer al dolor o a
la soledad, solo para ser alguien mejor en esta vida.
Todos somos mejores en algo, pero podemos ser mucho
más y la vida te da muchos árboles, para escalarlos, solos, con ayuda o sin ayuda,
lo que importa es poder ver la hermosa vista.
Hagan el intento, corran riesgos, suban ese árbol,
traten de llegar arriba, y vivan para contarlo.